Liliana Bedoya Gòmez

No hay nada más reconfortante en todos los niveles que trabajar primero en nosotros mismos y puede que estás palabras suenen muy fáciles al expresarlas pero tienen todo un entendimiento que nos hace ver a niveles más profundos todo el panorama de cualquier circunstancia de nuestra vida dándonos una mentalidad más consciente creando a su paso  una expresión completa de nuestra experiencia humana, todos arrastramos una historia personal con infinidad de momentos, sentimientos, circunstancias que nos forjaron a ser lo que somos en este preciso momento y sea como sea es el resultado tangible de un patrón de pensamientos y comportamientos adquiridos en nuestro sistema de creencias las cuáles creímos a rajatabla con el poder de cimentarlas o salir a flote en pro de nuestra mejor versión, sea cuál sea solo nosotros podemos salir de ahí en el momento que realmente creamos que se puede hacer, si somos los guionistas de nuestra propia vida por que no crear el mejor guion que nos llev

Cuándo los nudos del pasado se desatan, la persona libera su futuro,  Sabía reflexión de Bert Hellinger, aunque suene a frase de cajón para unos y no tenga relevancia alguna para otros es toda una Odisea volver ahí y escudriñar hasta entender más a fondo comportamientos que tenemos muy arraigados del pasado siendo un gran retroceso con un alto grado de valentía retornar a  él  para sanar, soltar, entender y liberar situaciones que ya no nos pueden tocar a menos que las evoquemos una y otra vez a puerta cerrada en nuestra mente mientras poco a poco fueron cimentadas con diversas actividades pero siguen activamente siendo activadas ante cualquier detonante que internamente aprietan el corazón y externamente en muchas ocasiones se demuestra una seguridad inquebrantable la cuestión es que nunca es tarde para abrazar el pasado, agradecer por la experiencia ya que por más dura que haya sido fue la que nos forjó a ser lo que somos en la actualidad y por más que no fueran justas lo

Hay quien cruza el bosque y sólo ve leña para el fuego, sabía reflexión de León Tolstoi y me hacen poner a pensar en todos esos momentos, paisajes, personas que seguí de largo sin detenerme a prestarle la atención que se merecían por pensar y tratar de llegar a la meta planeada, el aceleré del día a día en un bucle constante y cuándo por diversas razones la vida nos da un freno en secó, de esos tsunamis existenciales que nos hacen a la larga replantear todo dándole un giro de 180 grados a nuestra vida valorando y agradeciendo por cada respiro,  paso a paso admirando el paisaje y todo aquello que se cruza en nuestro camino logrando escuchar el silencio y aprendiendo a entender el idioma del alma ya con más calma y sin afanes percibiendo todo desde una perspectiva más amplia, todo es lo mismo pero todo con una visión diferente, cada pasó es un logró, cada respiro una oportunidad, cada día una bendición, cada abrazo sentir que nos acomodan el alma, todo el agradecimiento se am