Liliana Bedoya Gòmez

Alguna vez te has detenido a pensar de todos los beneficios que recibimos por parte de nuestro planeta Tierra, Gaia, Pachamama hogar o cómo prefieras llamarlo, desdé nuestro primer aliento de vida hasta nuestro último respiro, siempre estamos obteniendo algo de él nos sostiene toda la vida, nos da el aire que respiramos y un sin fin de beneficios somos consumidores constantes de todo lo que nos ofrece en el silencio mismo que nos sostiene en cada una de nuestras vidas, que tan empáticos somos con respecto al planeta que nos acoge a cada instante sin reparo alguno, que aporte individual le estamos proporcionando, siempre pensando en todo lo que queremos alcanzar en un sin fin de pensamientos en pro de cada una de nuestras vidas, vivimos constantemente en medio de vida que se nos brinda a cada respiró, en muchas ocasiones me preguntó  ¿ Que nos diría nuestro planeta si pudiera expresarse de la forma como es tratado ? . Tantos millones invertidos en tratar de explorar otros pl

Personalmente pienso que somos la dualidad entré lo que pensamos y lo que sentimos una disyuntiva constante ante lo intangible, tanto poder en algo que no podemos ver y tan poderoso que de la chispa de un pensamiento inicial con el tiempo se manifieste en algo tangible, como decía René Descartes, para ser un buscador real de la verdad es necesario que al menos una vez en tú vida, dudes, tanto como sea posible, de todas las cosas. Toda una Odisea de pensamientos y sentimientos contradictorios que entré teorías de otros y vivencias propias cada uno va  forjándose   su camino de vida entré aciertos y desaciertos buscando constantemente nuestro camino de vida llegando a dar por sentado que nos conocemos lo suficiente y al cuestionar más a fondo poder pensar que actuamos desdé lo que sentimos y resulta que la realidad es que predomina lo mental de una manera tan radical y nada es a medias tintas sea cuál sea el caminó que elijamos transitar somos la sumatoria del resultado de in