Liliana Bedoya Gòmez

Con todo lo qué ha pasado durante estos dos meses es más qué innegable qué en estos tiempos se está marcando un antes y un después en la historia de Colombia, cansados de tanta desigualdad, corrupción, desinformación, sangre, lágrimas, vidas inocentes perdidas, desaparecidos, apatía, indolencia en medio de todo esto salió a relucir una generación de valientes y de la mano un tipo de periodismo independiente con la valentía de salir y gritar a los cuatro vientos la realidad de un país sin guion qué seguir al pie de la letra, con una capacidad de análisis propio hay frente a frente con lo real, sintiendo a flor de piel lo qué vive la gente en medio de las protestas, esté tipo de periodismo qué nos muestra la verdad sin manipulación alguna, fotografías impactantes qué resuenan en el alma, lo invaluable de todo esto es la empatía en colectivo qué se ha generado y muchos qué desde sus talentos hacen sus aportes y cómo dice por hay solos brillamos unidos resplandecemos. "Alz

En sí todos podemos estar mirando lo mismo y cada uno desde su sentir verlo hacia lados completamente diferentes, todo lo relacionado con esté paro en Colombia me ha hecho sentir a flor de piel impotencia, rabia por ver qué mientras unos gritan a todo pulmón un gol a otros los matan por querer un país mejor, esperanza por un cambio, admiración por los qué muestran la verdad y por todos los qué desde sus talentos ponen su granito de arena en pro de un cambio, indignación por un gobierno apático y indolente qué todos son culpables menos su mala gestión, orgullo de estás nuevas generaciones qué nos han dado sopa y seco por querer un cambio y de ñapa unos medios de desco-municación qué sólo muestran un lado de la historia con guion en mano y nada de esto tiene qué ver con izquierda o derecha, son vidas las qué están de por medio luchas a golpes y vidas apagadas y los qué mueven los hilos cómo no son sus hijos ni familiares los qué se están arriesgando. Son vidas de parte y part

Personalmente creó qué uno siempre está pensando infinidad de cosas desde las más sublimes hasta las más caóticas entré muchos momentos con sus emociones hay latentes a flor de piel, siempre hay conceptos muy arraigados qué están hay muy cimentados desde la niñez y qué ha medida qué vamos creciendo nos dirigen hacía cierto camino, la cuestión aquí es qué desde qué tengo uso de razón mucho de lo qué veía y de lo qué hacían las otras personas no me cuadraba y tendía en medio de todo a llevar la contraria ya qué no resonaba con lo qué yo pensaba o sentía, todos en esencia somos únicos y nuestro poder, fuerza no están relacionados con nada exterior el mayor poder está internamente en nuestro ser en despertar a la verdad seguir esa intuición qué siempre ha estado hay, en no dejarnos atrapar por el sistema, adormeciendo y adoctrinando nuestra mente, nuestra esencia y si este proceso puede qué se torne un poco solitario y si hay qué soltar ataduras mentales, emocionales las cuáles

El hábito no hace al monje no hablemos de gente de bien ya qué esto personalmente creó qué suena desde el ego hablemos mejor de gente buena qué a pesar de todo surge y renace a cada instante desde diversas situaciones más allá de todas las etiquetas habidas y por haber a muchos con todo lo qué ha pasado en éstos últimos tiempos con lo relacionado con el paro en Colombia y todos los sentimientos encontrados entré empatía vs apatía, de la impotencia tan abismal de la cantidad de sangre derramada y lágrimas rodando en los rostros de todos aquéllos qué lloran sus muertos y de todos los qué doblan rodilla pidiéndole a Dios qué aparezcan sus seres amados, del dolor colectivo de los qué somos empáticos por el sufrimiento de otro, en medio de todo esto han salido a resaltar una generación con una fuerza increíble qué exponen lo más sagrado su vida en pro de una mejor Colombia, en está ocasión quiero hablar de la gente buena qué desde diferentes talentos, profesiones, entré ellos el

Una imagen vale más qué mil palabras ya en Colombia llevamos más de un mes en medio de un paro qué surgió cansados de tanta corrupción, despilfarros, saqueos constantes de infinidad de formas, apatía, indolencia, me sentía constantemente con el corazón aprisionado cómo ver qué se fulminaran de una manera tan cruel tantas vidas de personas qué poniendo el pecho por un cambio y exponiendo su vida por proteger lo qué creen qué es correcto se acabe con ellos por  Dios lo más sagrado la vida. Muchos desde la comodidad de casa los tildaran de vándalos sólo por el hecho de existir y de querer un cambio y no sólo luchan por su cambió están luchando por el cambió de todo un país, me duele Colombia pero cómo no sentir dónde para el gobierno es más valioso invertir en armas para masacrar a su pueblo, dónde es más importante el futbol, una estatua de quienes nos invadieron siglos atrás, dónde más importante es una pared manchada un vidrio roto, cambiar de color un uniforme qué la vida

Si la empatía es nuestra capacidad de ponernos en la situación de alguien más sintiendo a flor de piel su dolor y la impotencia de querer hacer algo al respecto no logro descifrar cómo alguien puede llegar a niveles tan abismales de darle igual qué tantas vidas sean arrebatadas y dar pie para qué esto continúe, cómo todo lo qué está pasando en mi bella Colombia, no entiendo y no me interesa saber o llegar a sentir en mi ser lo qué es la apatía y la indolencia hacia otro, si lo más valioso qué poseemos cada uno en sí es la vida con cada segundo vivido, cada respiró, alegría, llanto con sus momentos fugaces en el tiempo qué son propios de cada uno, los cuales deben respetarse no arrebatarse cómo si tuvieran el derecho de hacerlo, me parece absurdo, de no creer lo inhumano qué alguien pueda llegar hacer con respecto a otro ser y por otro lado lo valioso qué es proteger y respetar al qué lo necesite, personalmente veo la empatía cómo nuestra parte más vulnerable y a la vez la m